.png)
Estamos comenzando el último mes del año judío, el mes de Elul. En este mes de preparación para los Yamim Noraim nos esforzamos para mirar hacia nuestro interior, reflexionar sobre nuestro camino y conectarnos con lo más profundo de nuestro ser. Al igual que el sonido del shofar que nos llama a despertar, este mes nos invita a despertar nuestras almas y examinar nuestras acciones. Es un momento de autoevaluación, de sinceridad con nosotros mismos y de preparación espiritual para el nuevo año que se acerca.
En esta época de introspección, recordemos la labor significativa de la Universidad Hebrea de Jerusalem. Al igual que Elul nos brinda la oportunidad de explorar nuestra identidad y propósito, la Universidad Hebrea se dedica a iluminar las mentes y nutrir los corazones de millones de personas alrededor del mundo. A través de la educación, la investigación y la creatividad, la Universidad Hebrea promueve la búsqueda del conocimiento y la comprensión profunda en una variedad de campos y disciplinas del conocimiento humano. Así como nos esforzamos por crecer en este mes de Elul, la Universidad Hebrea de Jerusalem también se esfuerza por cultivar un entorno en el que el aprendizaje y la innovación florezcan. Al reflexionar sobre la labor de nuestra institución, recordamos la importancia de promover la educación y el entendimiento en nuestras comunidades y alrededor del mundo.
Conocida es la historia de Rabi Akiva quien se transformó de un simple pastor de ovejas en uno de los sabios más importantes de nuestro pueblo. Atraído por una gota de agua que, con el tiempo, había creado un hueco en una roca, Rabí Akiva se dio cuenta de que si el agua, algo tan suave y aparentemente débil, podía influir en una roca dura, entonces también podía aprender a influir en su propia mente y adquirir conocimiento. A pesar de comenzar su educación a una edad avanzada, Rabí Akiva se sumergió en el estudio de la Torá y otros campos del conocimiento con una pasión inquebrantable. Llegó a ser un maestro y líder espiritual influyente, y sus enseñanzas continúan siendo una fuente de sabiduría hasta el día de hoy (Avot de Rabi Natan 6:2).
La historia de Rabí Akiva ilustra el poder de la perseverancia, la curiosidad y el deseo de aprender en la tradición judía. Su búsqueda incansable del conocimiento y su transformación personal son un recordatorio inspirador de que el aprendizaje no tiene límites y puede tener un impacto profundo en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
Que este mes de Elul nos inspire también a nosotros a la búsqueda del conocimiento en nuestras vidas. Que nuestras acciones y reflexiones durante este período también iluminen nuestro camino hacia un año nuevo lleno de significado, bendición y propósito.
L’shalom,
Rabino Marcelo Kormis
Director de Asuntos Judaicos
Asociación Consultiva Universidad Hebrea de Jerusalem, Chile